24.9.06

Chau CEP 2005-2006...


*Nota*
El siguiente post no pretende ser un análisis exhaustivo y acabado acerca de la realidad del movimiento estudiantil en chile, ni de la historia de los Centros de Estudiantes/Alumnos de Psicología. Solamente es una apreciación personal-cuasivisceral-emotiva acerca de la experiencia del escribidor en su trabajo en el Centro de Estudiantes de Psicología en el último año. Con altas probabilidades de ser fome.


El lector está en toda su libertad de decidir seguir leyendo o dejar su lúdico zapping de blogs hasta aquí.
Muchísimas gracias. ;)


Y bueno. Todo acabó…
El 8 de septiembre fue mi último día oficial como vicepresidente del Centro de Estudiantes de Psicología.
Por un lado digo: al fin…!!!!, y por otro digo… “qué ganas de haber hecho más cosas”…sin duda existen sentimientos encontrados, que a medida que estoy escribiendo esto se resume en el paso de un ciclo más de la vida…y nada más, ni nada menos...


Soñando un poco

Fue un año (y un poco más) muy agotador, pero a la vez productivo. Desgastante, pero reconfortante a fin de cuentas. De un aprendizaje constante y de sueños acerca de lo lejos que puede llegar un movimiento estudiantil bien organizado y gestionado.

Con la creencia constante de aprovechar los espacios de expresión, opinión y de acción.
Sí, tal vez sea verdad, quedamos con gusto a poco. Sin embargo, hay que pensar en todos los futuros Centros de Estudiantes que vendrán y continuarán el trabajo iniciado por nuestra mesa hace ya un lejano año. En fin, el tiempo se fue y muchas dificultades salieron al paso.

Tuvimos que empezar casi de cero, confeccionando un sistema de trabajo que con el tiempo de fiato que pudimos tener todos como grupo, logramos perfeccionar y manejar mejor. En alguna medida nos dio resultados; tuvimos que reinventar todo…desde la oscura y escasa participación estudiantil de antes, a tratar de volver a hacer que el estudiantado creyera en su representación, con ideas nuevas, dosis de creatividad y por sobre todo, mucha, pero mucha voluntad. Casi desinteresada, sabiendo que en lo que nos metíamos nos quitaba tiempo, horas libres y bastantes horas de sueño…pero siempre creyendo que la idea de que un estudiante - futuro profesional de las Ciencias Sociales- no tuviese una representación consistente y dedicada a la acción era totalmente inconcebible. Y entre esos parámetros nos movíamos; de acentuar la comunicación, de incentivar el espíritu crítico y pluralista de nuestra escuela, tratando de aunar la teoría y la praxis en un solo saco. Sin caer en las redes “populistas” (a escala, claro) de organizar carrete tras carrete todos los viernes…(aunque algunas veces claro…eran bienvenidos por todos…), si no que ir más allá, que todos nos diéramos cuenta nuestro rol como agentes de cambio y hacernos cargo de eso.


De problemas y utopías


Hubo muchas dificultades en el camino, se tuvo que improvisar más de alguna vez; reaccionar en torno a las contingencias. El ejemplo más claro fue el paro estudiantil (extenuante pero hermosa experiencia), en donde, después de 8 días sin actividades regulares en nuestra facultad, se logró tener un amplio sentido de reflexión con el movimiento estudiantil en su globalidad y al nivel en el cual los secundarios “enseñaron” a los estudiantes más “viejos” cómo articularse, organizarse y conseguir cosas inéditas. Cosas que hacen creer la poderosísima fuerza que puede tener un movimiento social, articulado plenamente.

Suena - más bien se lee- bonito todo esto…pero también tuve la fatídica contraparte (importante también claro) de que yo mismo me encontraba metido en el sistema que me alienaba de todas mis obligaciones y quehaceres académicos diarios. Es una mierda que simplemente no te de el cuero para dar el 100% en todas las cosas. Igualmente, no tuve apruos académicos, menos mal…

Sin embargo, todo esto fue algo que ciertamente me restaba atención y que me impedían sacarme mejores notas (por ejemplo)…pero eso solamente para tener mejor mi propio pellejo. (Me acuerdo todo lo que me hueveaban por estar metido en el Centro de Estudiantes…que no servía para nada, solamente para perder el tiempo y sandeces de ese estilo…) Pero solo eso.

Algo muy arraigado dentro de todos nosotros, de lo costoso que es mirar para el lado y percibir dificultades y sufrimientos ajenos. Pero que en ningún caso debiese ser así siendo estudiante de Psicología. Es utópico hablar de cambios sociales facilitados por la fuerza que puede tener un movimiento estudiantil; pero la sola creencia – por más enteléquica que sea- de poder hacerlo ya es facilitadora de cambios más pequeños en eslabones menos extensos. Del colaborar con granitos de arena. Funcionar, buscando inspiración.

Pero sin solamente estar pensando en cambios gigantescos, hacia una sociedad más justa e igualitaria de la noche a la mañana (shaaa)…y, entre esa lucha llena de paciencia, lamentablemente siempre aparecía impertinente y constantemente el sistema que me (nos) sumerge nuevamente en los clásicos mares de dudas, en donde uno se mecaniza sin siquiera cuestionarse lo que uno hace día a día; nuevamente, práctica necesaria para un futuro profesional de las Ciencias Sociales.

Bueeeno…


Resumiendo y agradeciendo


Resumiendo todo esto (menos mal, ja!), la mayor enseñanza que me deja este desgastante período (tengo que reconocer que estoy aliviado jajajaja!) es que el valor humano que puede uno dar cuenta estando en una instancia articulante y convocante como lo es una directiva estudiantil. De trabajar en equipo, de ser creativos, improvisar si es necesario, de tener ideologías claras y consecuentes…muchas cosas en torno a las propias personas (en toda su potencialidad) que la experiencia puede enseñar, solamente en ese proceso: la experiencia…lo que viví y aprendí en todo el período jamás estará estipulado en algún texto, manual o en una furtiva diapositiva dando vueltas por un panel…

Muchas gracias a todos los integrantes de la mesa directiva y los vocales (aunque no creo que lean esto, pero agradezco igual) que trabajaron conmigo (y nosotros, en general). Sin duda ha sido una GRAN experiencia para todos, tanto como por trabajo, como por amistad y afinidad.

Gracias Felipe (presidente), gracias Andrés (vice interno y nuevo presidente electo), gracias Nata (secretaria), gracias Pablo (tesorero). Gracias Fabián, Vero y Eduardo (vocales).

Muchas gracias a todos mis amigos también que siempre estuvieron ahí, desde mis momentos de mayor colapso neuronal hasta la lucidez inspiradora y creativa. Gracias por nutrirme de otros aires más despejados en mis momentos problemáticos, por aterrizarme y darme ideas. Ustedes saben quienés son; tampoco quiero latear aun más este post con dedicatorias especiales para cada uno.

En fin. Los quiero.
Buaaaaa!!!
Chucha. Terminé un poco sensible.
Sería todo lo que tengo que decir.

Muchos saludos a todos y ojalá hayan tenido unas excelentes fiestas patrias.

Nos leemos.