24.12.05

¡Fin del match!


Por fin!!!!!
El martirio ha terminado...es hora de DESCANSAR!!

Logré sacar adelante la bestialidad de los 4 exámenes seguidos con honores. Terminé pasando todo, después de estar casi convencido que me iba a echar estrepitosamente un par de ramos. Creo que tuve harta suerte, además de lograr aprovechar la capacidad innata de apretar el acelerador en los momentos de mayor exigencia, sin irme a la cresta. Bien por mí...te rajaste Daniel!!

Igual, es extraño eso de rajarse, sobre todo viniendo de mí...en donde Murphy es amo y señor de mi realidad. Pero bueno, alguna vez tenía que suceder, ojalá se repita más a menudo nomás...

Ahora que lo pienso no es tanta mi suerte. Me acordé lo que dije a unos amigos en un momento de desesperación académica, convencido de mi perdición:

- Si llego a pasar todo...hago un carrete de la puta madre, y... YO invito! Promesa...

Increíblemente, pasé todo.
Demonios.

Lo peor es que me escucharon todos. Y me lo van a cobrar. Pero bueno, al menos sigo invicto en la U. No mucho en los carretes...a mi bolsillo, sin duda, le va a doler.

Otra novedad: mañana 25 me voy a los trabajos de Salud Rural (TSR), a la VII Región, donde vamos estudiantes de Psicología (en donde realizaremos entrevistas psicosociales, actividades de promoción de salud comunitaria y talleres de prevención) junto con estudiantes de Medicina y Enfermería, y entre todos tratar de aportar y ayudar en la calidad de vida de los habitantes de los pueblos donde vamos y que generalmente están aislados e ignorados...a la vuelta creo que haré un post más desarrollado de la experiencia que habré tenido allá para ese entonces. Sin duda, hay MUCHO que hacer. Y estoy re motivado... será una bonita y enriquecedora experiencia.

Y bueno, se viene la Navidad...muchas felicidades para todos, y ya casi demás está decir que ojalá valoremos más la carga afectiva y emocional que implica esta fecha, más que lo material....valorar el recordar, el acordarse, perdonar, reencontrarse. El contexto, sin duda, está dado.
Feliz Navidad!

Saludos a todos, y nos leemos.

P.D.: El 31 es mi cumpleaños. Vaya fecha...


11.12.05

Estudio de mi estudio.



Queda poco. Poco del año; a aunar las últimas fuerzas para salir airoso de los exámenes que se avecinan.

Como no podía ser de otra forma (Murphy mediante), me fijaron 4 exámenes seguidos en una semana. Es decir, todo lo que flojeé en el año, por estar metido en tonteras del centro de alumnos -como diría mi madre- o haciendo ayudantías, lo tendré que reponer estudiando como nunca, para salir invicto del año. Uf, cuánto lo deseo.

Y bueno, mientras menos tiempo quede, el esfuerzo tenderá al infinito...y el estrés,
al infinito y más allá, como diría mi amigo Buzz.

Pero el estudio, para mí, nunca ha dejado de tener inconvenientes...
Mis crónicos problemas de concentración se acentúan fatídicamente con la luz del día, donde me concentro en cualquier cosa menos en la que debo; a veces pasan horas y yo como imbécil practicando flamenco en la guitarra. Y el tiempo que se acaba. Y el cargo de conciencia cada vez más fuerte. Incluso, a veces me ha dado por inspirarme blogueando (en el peor momento), cuando debería estar tabulando respuestas para el test de Rorschach, o sumergiéndome en el vasto océano de la selección de personal....en fin.

Siempre he salido adelante exigido al máximo. Lo peor de todo es que a veces, teniendo el tiempo suficiente. Evidentemente, esta problemática es frecuente en las materias que menos me motivan, y acentuada por contenidos con los cuales generalmente quedo
loco, después que salgo de una clase...

¿Y qué queda?
Bueno...
estudiar con los amigos, amigas compañeros, compañeras. Sí...puede resultar.



Suena bien. Con un cafecito, y la supuesta presión mutua de estudiar y sacar la materia adelante, estamos tiquitaca.

Se supone que sí. Al menos durante la primera media hora de estudio, uno ya ve que se está sacando la nota del siglo; con ese ritmo, con esa garra, con ese vértigo intelectual elicitado por todo el grupo, y ganas de hacer historia. Como si fuera una final de un campeonato mundial.

Todo esto, funcionando a la perfección, pero repentinamente los ejemplos y los temas estudiados empiezan inexplicablemente a generar insights de diversos tipos en la totalidad de los integrantes.

Alguien se para a preparar más café. Conversando de rollos, gente, de farándula, de política, de estupideces.
Empezamos a derivar en estados internos, en vivencias. A reexperienciar significados pretéritos. Conversar acerca de la vida, problemáticas, anhelos, sueños, proyecciones. De todo, con un evidente tinte cualitativo...
El estudio empieza a quedar de lado lentamente. Y , lo que es una lástima, lo notamos y no hacemos nada por evitarlo. Nos está gustando de lo que conversamos y construimos en esos minutos. Y nos decimos que cómo cresta no podemos tener estas conversas tan la raja en un contexto más relajado, sin tantas presiones académicas...

Pero lo peor es que esos tipos de conversaciones son tan o más necesarias que el estudio mismo que en ese momento se estaba intentando hacer. Y siempre pasa lo mismo. La desconcentración crónica se está volviendo una epidemia. Pero al menos un tanto justificada. Si es que se pierde el tiempo en conversaciones cualitativas que emergen en ese contexto tan estresante como lo puede ser el estudiar para una prueba.

Al final terminamos todos estudiando en nuestras casas y con el permanente autoengaño de que "noo...si ya lo se todo", aunque en realidad el estudio haya consistido en un poco más del 30% de aquellas valiosas horas.

Y llego a lo mismo. El círculo vicioso de siempre. Estoy condenado a hacer esfuerzos infinitos en espacios microscópicos de tiempo, para comprender la materia y sacar una nota aceptable en las pruebas. Lo peor es que cansa.

A veces me gustaría ser un relojito suizo. De hecho, ahora me vendría muy bien. Pero teniendo conversaciones revitalizadoras del alma...

Casi como agua y aceite...
Una vez más, espero estar a la altura.

Nos leemos.

2.12.05

Más Archivos: "El Arte de pisar Caca" (Y sacarla después)

Fecha original del post: Septiembre 2005

Día hábil...día de la semana. Cualquiera.
Miércoles, Jueves...cualquiera. Da lo mismo.

Ajetreado y cansador como siempre, con un dejo de monotonía percibido en el aire. La máquina de la existencia colectiva prosiguiendo su bruto funcionar; a sangre fría, sin parar un solo instante.
El más efectivo alimento al estrés, la motivación más patente de querer llegar luego al dulce hogar, cobijarse en techos conocidos y queridos.
Y cómo me motivo, ya en la última parte de un día agitado...

Sí. El momento ha llegado.
Camino por fin a casa. A sentirme a mis anchas por momentos que se desvanecen rápidamente, pero que están ahí, y que los necesito. Queda poco.

Entro feliz, dejando la rutina estudiantil atrás, caminando por mis dominios. Al menos por un rato. Sacando algo para comer, revisando el mail; yendo a mi pieza a tocar guitarra. Hogar dulce hogar. Se siente bien.

Repentinamente siento una ráfaga de mal olor. Hmmm...puede ser el gato, que acaba de cagar en su cajita, a pocos metros de donde estoy. Me despreocupo. Pensamiento que se ve abruptamente interrumpido cuando la ráfaga la siento cerca de mi cuerpo. La silla; sí la silla...puede ser. ¿Cómo cresta la gente no se lava el culo?
Obsesivamente la huelo. Nada: todos limpios en esta casa.
Aún no me convenzo de lo que viene.

Mi zapato.

Ahí está...el mojón de perro recién hecho, pisado camino a mi casa, subiéndose por el costado...una vez más. Tapando cada maldita ranurita de la suela, con un olor francamente nauseabundo. Eso, no es nada. Lo peor es ver que ya has recorrido toda la casa con el zapato cagado; huellas de plasta por toda la casa, mi hogar... dulce hogar.

En fin, como se presumirá, estoy acostumbrado; acostumbrado a los golpes de suerte como éste. Mucha gente se pone incluso feliz con este magno acontecimiento: "Pero qué buena suerte!, te va a llegar plata!" ..."Dicen por ahí que es bueno pa la salud que pises caca...tómalo como una señal".

Bueno, todo indica que el pisar caca es algo que no ocurre muy a menudo; algo así como ver pasar una estrella fugaz en el cielo, por lo que se asocia indefectiblemente a hechos que auguran buena fortuna. Falta agregar una indicación que tiende a repetirse..."pedir tres deseos cuando pises caca", algo así como ver la luna nueva. Raramente todo es señal de algo positivo.
Pero voy desglosando lo que la experiencia me ha regalado: para mí, el pisar caca...solamente es señal que voy a seguir pisando. Una y otra vez, como un estigma perpetuo en mi atribulada existencia.
Es que tengo tan buena suerte...

Mi último récord fue dos pisadas en 6 días. Y no hablo de mojoncitos minúsculos, ni secos. Sino que recién salidos del horno y de gran envergadura. De ahí, a que yo sea hombre-récord en rapidez de "remoción de excremento". Mínimo para la nunca bien ponderada práctica. Todo indica que las supersticiones se irán a la cresta.

Procedimientos de emergencia hay, por montones...

Una manguera con buena presión, es una excelente aliada. Pero antes de eso equiparse con fósforos o palitos de helado para remover los excesos. De ahí el agua a presión (alejar el calzado lo más posible del cuerpo para que no "reboten" las gotas), y luego limpiar con una toalla nova impregnada en alcohol desnaturalizado 96º. Ja. No olvidar una buena lavada de manos después del procedimiento, a no ser que uno tenga ganas de experimentar el más vil de los tifus...tomen apuntes!!

Y bueno, también uno está cagado a limpiar el piso: con alcohol (anula efectivamente el olor) y despues con una gota de cloro y agua. De ahí, se podría comer encima.

En fin...tantas y tantas situaciones similares me han dado un nutrido fondo para poder recomendar cosas como las de arriba, si es que llegasen a ocurrir. Pero lo peor de todo esto (como lo he aprendido con el tiempo) no es la cagada en sí, si no los eventos asociados a este tipo de escenarios.

Una vez, llegando a un carrete donde un amigo, me sorprende el mojón en mi zapato (una vez más). No había una manguera buena, así que tuve que optar por una opción más meticulosa y minuciosa. Justo en ese momento, una atractiva y exhuberante prima de mi amigo abre la puerta de la casa junto a él; yo obviamente con el zapato cagado en mano. Trágico escenario...

- Noo, no puede ser...(me mira con el zapato) Daniel...ésta es mi prima
- Ah...hola!
- mm..hola...(cara de asco)

En fin. Qué vergoña. Más encima quedé asociado a la caca. Uf...que buena suerte!!!

Igual después el carrete estuvo bueno, menos mal (y yo totalmente esterilizado).


[A veces los rayados en las paredes pueden ser agresivos...y predictores..]

Igual ..."todo puede ser peor"....

En definitiva , los contextos en donde se ocurren las pisadas de caca son los peores...


Y, si ven a alguien que pisa caca, háganle el gran favor de no decirle que es "buena suerte"...el sacarla claramente demora más de lo que pasa una estrella fugaz en el cielo...las supersticiones no existen!

Cuiden sus pisadas. Nos leemos.
Saludos!